Las entidades del Tercer Sector viven días de incertidumbre. El Estado y las comunidades autónomas se contradicen en el discurso y en las acciones que desarrollan.
Las ONG nunca podrá ser empresas ni adoptar modelos propios del sector lucrativo. Nacen con un espíritu que crece y se desarrolla de acuerdo con una forma singular de pensar y actuar que las hace diferentes. Una identidad que motiva a distintos grupos de personas a acercarse para aportar su tiempo y su esfuerzo de forma desinteresada.
El próximo 5 de diciembre se celebra el Día Internacional del Voluntariado, una fecha que adquiere un mayor protagonismo si cabe ya que estamos dentro del Año Europeo del Voluntariado. Muchos han sido los mensajes que se han lanzado durante los últimos meses desde distintos sectores políticos, sociales y empresariales. Declaraciones de buenas intenciones, brindis al sol o compromisos que el tiempo valorará. De todos ellos, yo me quedaría con uno: “el voluntariado es el mayor activo que pueden tener las ONG”.
Las entidades del Tercer Sector somos el espacio donde se desarrolla la acción voluntaria. Donde la solidaridad alcanza un sentido comunitario. Es por ello que debemos cuidar al voluntariado, ayudarlo a madurar e implicarlo para que tome conciencia de que debe formar parte de la ciudadanía activa. Un compromiso que se construye día a día.
J. Francisco López y Segarra
Presidente Patim
Ir al manifiesto: Manifiesto voluntariado