Los representantes de los órganos directivos de las tres entidades que forman el Grupo Patim se han reunido para analizar soluciones ante la delicada coyuntura económica que atraviesa el Tercer Sector por el retraso en el pago de las subvenciones concedidas por la administración. La demora en el ingreso de las cantidades aprobadas está poniendo en serias dificultades los servicios de esta organización reconocida como entidad consultora de Naciones Unidas.
“Hemos trabajado con previsión, midiendo cada paso dado pero, a pesar del esfuerzo de nuestro equipo profesional y del apoyo del voluntariado, estamos llegando al límite” asegura el presidente de Patim, Francisco López y Segarra. “Nuestra gestión durante los dos últimos años ha sido excelente, rentabilizando al máximo los recursos humanos y materiales de que disponemos, cada euro recibido lo hemos multiplicado por diez”, remarca. “Patim está al día en el pago de proveedores y personal”, concluye.
La directiva de Patim planteó distintas medidas para adecuar el presupuesto 2011 con el objetivo de mantener el equilibrio económico y afrontar el inicio de 2012. “Todas las propuestas tienen el mismo punto de partida -explicó- en todo momento debe prevalecer el interés general al individual”.
Los datos de la memoria del último ejercicio reflejan que el número de casos atendidos está en aumento. En 2010 más de 1300 personas se beneficiaron de sus programas y servicios de tratamiento, asesoramiento e inserción laboral, y en el ámbito de la prevención actuó de forma directa con más de 4.500 estudiantes, padres y madres.
Patim se fundó en 1985, dispone de nueve centros en la Comunidad Valenciana y durante el último año ha gestionando más de 35 programas distintos. Sus principales campos de actuación abarcan desde la intervención en adicciones tóxicas y no tóxicas, la inserción sociolaboral de colectivos considerados en riesgo de exclusión hasta el tratamiento y prevención de la violencia de género (dentro y fuera del ámbito penitenciario), y la promoción del voluntariado. Además, Patim es una organización “de utilidad pública” que cuenta con cuatro referenciales de calidad.