ASECEDI ha participado en las Jornadas Nacionales de Información sobre la prevención y el abordaje del VIH en personas usuarias de drogas outreach que se han celebrado en Valencia. Un espacio de debate e intercambio de conocimientos y experiencias entre responsables políticos, profesionales e investigadores de la salud pública, de todo el estado, especializados en drogodependencias y/o VIH organizado por el Comité Ciudadano Anti-SIDA de la Comunidad Valenciana.

En este foro, la responsable de la coordinación del Programa sobre prevención del VIH en personas usuarias de drogas y sus parejas ha explicado los resultados de esta iniciativa en la que han participado diez centros de día de ASECEDI. Durante su intervención, Inma Galmés abordó de forma específica el taller de sexo seguro en el que han intervenido 306 personas usuarias de drogas.

Tomando como referencia los casos atendidos en estos centros de día, Galmés explicó que existe una disminución de la incidencia de infección atribuible a la vía inyectada. Un resultado positivo que permite visibilizar el trabajo realizado durante los últimos años -desde distintos sectores- para reducir los daños de las personas que siguen consumiendo por vía parenteral (UDVP). No obstante, los comportamientos sexuales han evolucionado de forma menos favorable probablemente “debido a que se percibe menos el riesgo de infección por relaciones sexuales no protegidas que los riesgos relacionados con la inyección”.

Al profundizar en los resultados, la representante de ASECEDI puso de manifiesto que prácticamente todas las personas usuarias de drogas que había participado en el programa reconocieron que “al menos en algún momento, bajo la influencia de sustancias, se han visto implicadas en relaciones sexuales no protegidas, dentro o fuera de su pareja sexual estable”. De ahí que se evidencie que entre esta población, el VIH se convierte en una epidemia “fundamentalmente sexual”.

Diversificar programas

La alta prevalencia de VIH que existió entre las personas usuarias de drogas por vía intravenosa condicionó la evolución de esta enfermedad en España en la década de los años ochenta y noventa, convirtiéndose en el principal motivo por el que se favoreció la implementación de los denominados “programas de reducción de daños”, como complemento a los tradicionales programas dirigidos a la abstinencia de las personas consumidoras de sustancias. Por ello, desde el Comité Ciudadano Anti-SIDA, advierten que esta buena evolución puede ser contraproducente y utilizarse para cambiar el punto de mira de las políticas sobre drogas, limitando el desarrollo y cobertura de los programas de reducción de daños y riesgos, como ha sucedido en países de nuestro entorno como Inglaterra o Gales.

De hecho, desde el Comité Ciudadano puntualizan que numerosos estudios sitúan a España en una peligrosa situación en el futuro a corto plazo, partiendo de las elevadas tasas de infección por VIH entre los UDVP que históricamente han existido en este país, “si no se apuesta por reforzar la diversificación, la accesibilidad y la cobertura de estos programas puesto que siguen existiendo o apareciendo signos y factores que favorecerían la continuidad de la transmisión en este colectivo”.

Por ello, uno de los objetivos de las Jornadas ha sido motivar y capacitar a quienes han participado para la implantación, en todas las comunidades autónomas y ciudades en las que sea necesario, de políticas y estrategias que hayan evidenciado su eficacia a la hora de dar respuesta a las necesidades actuales de las personas consumidoras de drogas. “Retrasar más la implantación de éstas, no supone otro resultado que poner en grave riesgo la salud pública de los ciudadanos y seguir manteniendo las desigualdades de salud en relación al colectivo de personas usuarias de drogas por vía intravenosa”, concluyen los organizadores.