La Ley del Voluntariado ha superado un nuevo trámite en el proceso que ha de recorrer hasta su definitiva aprobación. Tras obtener el dictamen positivo de distintos órganos asesores, el proyecto de ley ha recibido la aprobación del Consejo de Ministros y ahora pasará al Congreso y al Senado. Sin embargo, en esta última etapa ha sufrido una serie de cambios que han generado un amplio descontento entre distintas organizaciones de voluntariado.
Entre las principales modificaciones que ha sufrido la ley destaca que los antecedentes penales impedirán hacer voluntariado y serán las ONG quienes deben ocuparse de que ninguna persona voluntaria los tenga. Además, en el texto actual se concede el mismo rango a las empresas y a las ONG para impulsar el voluntariado en sus plantillas. A juicio de distintas entidades sin ánimo de lucro, esta medida resulta desconcertante porque “resulta evidente que no son, ni hacen lo mismo las empresas y las ONG” y hay que fijar con mucha claridad el papel que tienen cada en este ámbito.
Pero es a la hora de establecer la frontera que divide empleo y voluntariado donde la el documento ha experimentado un cambio más significativo durante su paso del Consejo de Ministros al Senado. “Esa distinción, en el texto actual, vuelve a difuminarse, a esta terriblemente difusa”, advierten desde la Plataforma del Voluntariado de España.
La Ley de Voluntariado es un texto que hasta ahora había contado con un amplio respaldo por parte de todo el sector, gracias a ello el proyecto está superando todos los trámites necesarios sin dificultad ya que cuenta con el apoyo de las entidades que gestionan el voluntariado, las organizaciones civiles y también otras con las empresas que promueven la tarea solidaria. No obstante, tras las últimas modificaciones, la Plataforma del Voluntariado de España y la Plataforma del Tercer Sector han iniciado una ronda de encuentros con distintos grupos políticos para informarles sobre todos los aspectos que plantea.