La Generalitat Valenciana ha reducido un 14% el presupuesto para financiar los programas específicos de atención al juego patológico para 2015. La Conselleria de Sanidad ha recortado la inversión prevista para a hacer frente a una de las patologías que mayor inquietud está generando en los últimos años en el ámbito de las adicciones. Una decisión que ha generado incertidumbre y descontento a distintas organizaciones no gubernamentales que trabajan con esta población. “No es lógico que se disminuyan los recursos públicos destinados a combatir una de las problemáticas que más preocupación está despertando en los últimos años y sobre la que ya hemos advertido en repetidas ocasiones que solo estamos viendo la punta del iceberg”, sentencia Francisco López y Segarra, Presidente de Patim. Por otro lado, el 66% de las entidades –diez ONG- han visto cómo se ha reducido en un 17% la ayuda de la Generalitat que este año van a recibir para la reinserción social de drogodependientes.
La última resolución de las subvenciones en materia de atención y prevención de las drogodependencias y otros trastornos adictivos, publicada por la Conselleria de Sanidad, pone en evidencia que la inversión destinada a los programas y servicios de juego patológico ha pasado de 117.000 euros en 2014 a 101.000 euros este año. Seis entidades han visto reducida la aportación de la Generalitat para mantener sus programas sobre ludopatía, mientras que tres repiten la misma cantidad que en el pasado ejercicio. “Si nos fijamos en el número de casos atendidos, desde 2011 hasta la actualidad, en el centro de día de Patim el 20% de la población atendida acude por un problema de juego, es una de las principales adicciones que abordamos y tras los números se esconde una realidad mucho más acuciante”, remarca López y Segarra, “recibimos muchas llamadas de teléfono de familias con consultas sobre esta problemática que al final no acuden a tratamiento”. Además, el presidente de Patim, hace especial hincapié en la proliferación de ofertas de juego on line. “Ahora ya no tenemos que desplazarnos a locales específicos para jugar, podemos hacerlo desde casa, desde nuestra habitación y a cualquier hora del día, con el riesgo que supone que cualquier menor puede jugar sólo con poner el DNI de alguno de sus padres”, insiste.
El perfil de la persona que acude a tratamiento por juego patológico es el de un hombre de 41 años, de nacionalidad española, casado, con estudios secundarios completos, empleado y con una adicción relacionada con máquinas tragaperras en los bares, según se recoge en la Memoria Patim 2014.
Francisco López y Segarra recuerda que en los últimos cuatro años, Patim ha visto cómo se reducía de forma sistemática la aportación de la administración para la financiación de programas de atención a las adicciones. “En 2011 las aportaciones eran el 89% del presupuesto y en la actualidad apenas alcanzan el 49%”, detalla. “Creemos que se trata de una política inadecuada -añade- que potencia la invisibilización de un problema que va a más, favorece a determinadas entidades y ha eliminado la pluralidad en el tratamiento público de las adicciones”.