Hoy, inmersos en la cuarta revolución industrial, la vulnerabilidad y fragilidad de nuestro colectivo se hacen más palpables. Vivimos en un mundo en el que la digitalización nos exige velocidad de conexión y respuesta. Los operadores del juego banalizan las consecuencias que conlleva.
La ludopatía es ya una pandemia donde no importa el individuo, su edad, educación o condición social. Se expande hasta arrasar con el patrimonio familiar. Rompe familias y nos deja en la más estricta soledad.
Nuestra lucha parte de frentes multidisciplinares: prevención, tratamiento, asesoramiento, formación. Solo si nos unimos en bloque podremos intentar paliar sus efectos y reducir sus víctimas.
Esta jornada forma parte de ese objetivo. A través de mesas redondas y conferencias, trataremos temas que nos resulten prácticos a la hora de abordar la problemática de las adicciones sin sustancia.