Patim y Castelló LGTBI han unido sus esfuerzos para ofrecer una respuesta coordinada a un fenómeno que cada día asume un mayor protagonismo: el ‘chemsex’. Una práctica que se caracteriza por consumir varios tipos de drogas con el objetivo de mantener relaciones sexuales durante un largo periodo de tiempo y que “supone una práctica de riesgo” en la transmisión del VIH y de otras infecciones de transmisión sexual (ITS).

El uso de drogas en hombres gais, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres ha incorporado más sustancias y patrones de consumo en contextos sexuales, aseguran los especialistas. Unos cambios que no han tenido lugar de manera homogénea –ni geográficamente ni en el tiempo- y que conviven con los usos tradicionales de las drogas entre esta población. Sin embargo, estas formas de consumo emergentes se han detectado en más lugares. “Son visibles en grandes ciudades y destinos turísticos gais”, asegura Àngel Joan Ros, agente de salud de base comunitaria, “por lo que son necesarios más estudios para dimensionarlos y vigilarlos a nivel epidemiológico, así como una formación específica de los profesionales sociosanitarios”.

Uno de los rasgos que con más claridad retratan estas nuevas formas de consumo es la proliferación de eventos sexuales de larga duración y que han llevado a definir el ‘chemsex’ como el “uso intencionado de drogas para tener relaciones sexuales por un periodo largo de tiempo” lo que supone de forma directa “mayor exposición a diversos riesgos y daños” ya que prolongar la actividad sexual “puede implicar tener sexo con diferentes parejas sexuales, ya sea de manera grupal o secuencial”, indica el responsable de programas de salud integral de Castelló LGTBI.

Otra de las características que describen el nuevo escenario del ‘chemsex’ es la incorporación al consumo de sustancias como metanfetamina, mefredrona, GHB, ketamina o el resurgir del uso inyectado de sustancias. “La irrupción de la vía de consumo inyectado, aunque sea una práctica minoritaria, representa un salto cualitativo, una vía más agresiva y que implica riesgos específicos, muchos de ellos derivados del desconocimiento de la técnica adecuada de inyección o el uso compartido de instrumentos”, explica Ros, durante la jornada formativa que ha impartido a 25 profesionales de Patim y de la asociación Castelló LGTBI. Ambas organizaciones reclaman a la administración medidas encaminadas a responder a este fenómeno que en “algunas comunidades ya se ha convertido en un problema de salud pública”.

En contra de la criminalización y el estigma de las adicciones

Con motivo de la celebración del Día Internacional contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas, Patim ha lamentado que la ONU, tras meses de diálogo haya decidido mantener en su Declaración Política de Drogas 2019-2029 el viejo paradigma de anteponer la guerra contra las drogas a los Derechos Humanos y a la salud de las personas. “Para nosotros y para la UNAD lo primero son las personas”, afirma la secretaria de Patim, Inma Galmés, y por ello “queremos denunciar la discriminación y las violencias que se ejercen contra quienes no tienen voz para así romper el círculo de la exclusión en el que viven”.

Durante la lectura del Manifiesto de UNAD –Red de Atención a las Adicciones que engloba a 215 entidades en España- se ha puesto de manifiesto la invisibilización de la mujer en la atención de las adicciones – una por cada cuatro hombres-, también se reclaman medidas alternativas a las cárceles para la población drogodependiente, así como la inquietud que supone el incremento de las adicciones sin sustancia entre menores. “Y debemos tener en cuenta a las familias, grandes olvidadas cuando hablamos de juventud y adicciones porque urge atenderlas adecuadamente y ofrecerles los cuidados que necesitan”, ha concluido el presidente de Patim, Francisco López y Segarra.

Subdelegada y Bolumar

La subdelegada del Gobierno en Castellón, Soledad Ten, y el artista Luis Bolumar ha asistido al acto central organizado por Patim. De forma previa a la lectura del manifiesto institucional se ha inaugurado la Sala Bolumar –ubicada en las dependencias del centro de día- en la que se exponen las obras que el pintor castellonense ha cedido durante casi treinta años a la organización y que se han convertido en la imagen institucional de Patim con motivo del Día Internacional contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas.

De forma paralela, se ha instalado una mesa informativa en la estación de tren de Castellón –ayer se ubicó en Valencia- desde la que dos voluntarios de la entidad han informado a la sociedad sobre los programas y servicios que presta Patim frente a las adicciones –tóxicas y no tóxicas-, el empleo de colectivos vulnerables y la violencia de género.