UNAD ha presentado el perfil y las tendencias de las adicciones del último año. Uno de los mayores estudios de este ámbito a nivel europeo ya que la muestra ha contado con más de 48.000 personas atendidas por las entidades que integran esta red. Francisco López y Segarra ha coordinado este trabajo y ha presentado los resultados en la delegación del Plan Nacional sobre Drogas. Tendencias, perfiles, preguntas sin resolver y nuevos desafíos se abren al analizar los datos aportados por 131 entidades, entre ellas Patim.

Hace unos días presentaste el perfil de las adicciones de UNAD, en el que se recogen datos de 131 entidades de la red. Y uno de los datos más significativos hace referencia a la edad de inicio en el consumo. ¿Crees que después de tantos años de campañas de prevención sigue vigente esa idea en los jóvenes de ‘yo controlo’?

Sinceramente creo que sí. Que muchos siguen repitiendo esa frase. Los nuevos consumidores empiezan a tomar drogas a una edad más temprana que la generación anterior. El 30% de las personas atendidas se inicia entre los 14-17 años. Tras treinta años de prevención lo que nos tenemos que preguntar al ver estos datos es qué está pasando para que la tendencia siga siendo ésta.

¿Cuáles son las tendencias actuales? ¿Regresamos a los ochenta?

La cocaína es la droga más consumida tanto en hombres como en mujeres (30%), Sorprende que recobre protagonismo la heroína en la sociedad actual. Que los casos en tratamiento se incrementen un 9% en el último año pero tenemos que profundizar más en estos datos antes de sacar conclusiones precipitadas. En principio, es un resultado preocupante porque representa también el 24% de los hombres que consumen una única sustancia.

Tomando como referencia los datos de UNAD y tu experiencia como presidente de Patim, existe una parte importante de las personas en tratamiento que superan los 50 años. ¿Estamos ante un sector de la población que va a envejecer tomando drogas?

La mayor parte de las personas atendidas tiene más de 34 años: un 55,24% de los hombres y un 67,26 de las mujeres. De este grupo, el 25% (5.033 personas) son ya mayores de 50 años. ¿Qué estamos haciendo con los drogodependientes históricos? ¿Qué alternativas se plantean para su futuro estos pacientes “senior”? son dos preguntas que tenemos que resolver lo antes posible porque es cierto que estamos alargando la vida de las personas que atendemos, sin embargo no tengo tan claro que les hayamos dado más calidad de vida. En la planificación de programas tenemos que contemplar a esta población de forma específica y analizar sus inquietudes y necesidades, porque muchos han pasado largas temporadas en la cárcel o siguen allí.

¿Cada día los perfiles son más complejos?

Las personas a las que intentamos dar una respuesta a través de nuestros centros de día y comunidades terapéuticas son perfiles que se han complicado mucho en los últimos años. Siete de cada diez personas son policonsumidoras. Desde el punto de vista de la salud, el 29% de las personas atendidas presenta enfermedades psíquicas asociadas, el 23% físicas y un 8% ambas. Además, el 17% tiene una discapacidad mental reconocida ¿dónde debemos atenderlos: en centro de adicciones, en centros de salud mentad, en la cárcel?. Esta cuestión sigue ahí esperando que se resuelva. Y en este contexto, no debemos olvidar que la violencia de género está muy presente cuando una o las dos personas de una pareja consumen drogas. El paciente ha cambiado mucho y exige que nos adaptemos a su nueva realidad.

Desde hace años, numerosas entidades como Patim, apuntan que el abuso del juego se está convirtiendo en una de las problemáticas más importantes en el siglo XXI en el campo de las adicciones. ¿Estamos ya ante los primeros síntomas que avanzan este cambio?

En el juego, los perfiles están cambiando con rapidez y existen diferencias significativas en cuanto a género. Las apuestas deportivas son la primera adicción online para los hombres (52%) y la segunda de forma presencial (24%). No consta ninguna atención a las apuestas deportivas a mujeres. Por otro lado, la ley del juego debería ser más exigente ante el acceso a menores y la publicidad agresiva de las operadoras de juego. La legislación marca los límites de edad para jugar pero esa barrera resulta insuficiente o poco efectiva, especialmente en el mundo digital. 117 menores de edad (11%) han sido atendidos en los centros y servicios de tratamiento de UNAD. 17 menores de 14 años (2%). Soy de los que piensan que las estrategias publicitarias enmascaran la capacidad adictiva de los juegos, especialmente de los juegos de respuesta rápida. Y si centramos la mirada en los canales de juego online más comunes, nos encontramos que son el móvil (51%) y el ordenador (41%). Entre las mujeres el uso del móvil supone tres de cada cuatro casos. Y en las primeras atenciones y las readmisiones, la ratio es de una mujer por cada cinco casos. Y para añadir algo más, el consumo de alcohol está presente en el 54% de los casos en general y en el 67%, si eres mujer.

Y para finalizar. ¿se debe cambiar el enfoque legal sobre las adicciones?

Es necesario avanzar en el debate -público e institucional- sobre las nuevas formas de abordar las adicciones. Las políticas frente al consumo están cambiado en varios países (Canadá, Uruguay, Portugal, etc) y los resultados hacen necesario construir nuevas respuestas sobre el uso terapéutico de determinadas sustancias, su legalización o regulación.