Cinco años después de la aprobación de la ley del voluntariado algunos aspectos apenas han evolucionado. El papel de los ayuntamientos como impulsores en el diseño y desarrollo de planes y estrategias de voluntariado es una asignatura pendiente en varios municipios de la provincia. Por ello, con motivo de la celebración del Día Internacional del Voluntariado, desde Patim se insta a las corporaciones locales a asumir la responsabilidad de desarrollar sus competencias e impulsar planes municipales de voluntariado propios o mancomunados. “Es ahora, en una situación de emergencia, cuando se necesita que las administraciones más cercanas articulen respuestas ajustadas a las necesidades de su comunidad y utilicen todos los recursos disponibles, porque es en estos momentos donde la acción voluntaria cobra todo su sentido, como una respuesta individual o colectiva, capaz de minimizar los efectos de la pandemia”, asegura Francisco López, el presidente de Patim.
López y Segarra reclama un marco de cooperación que favorezca la consolidación y desarrollo del voluntariado y en el que administraciones locales, entidades del tercer sector, empresas y universidad orienten, planifiquen y coordinen acciones en el ámbito de sus respectivas competencias. “Los ayuntamientos tienen un papel fundamental para dinamizar la acción conjunta y también en aquellos ámbitos donde ha sido tradicional su presencia para establecer un marco de cooperación que sea especialmente proclive a la consolidación y desarrollo del voluntariado”, explica.
Durante la pandemia, el voluntariado ha adquirido nuevas dimensiones. A la acción organizada, gestionada en la mayoría de los casos a través de las entidades del Tercer Sector, se han sumado numerosas iniciativas singulares de grupos de personas que han unido sus esfuerzos para atender demandas de primera necesidad que parten de sus colectivos cercanos más vulnerables, logrando un gran impacto en pequeñas comunidades de vecinos o barrios. “Los equipos de gobierno que se han preocupado durante los últimos años por gestionar el voluntariado de una forma organizada, que han articulado planes municipales para ir más allá de reglamentos o medidas de urgencia, tienen una fortaleza frente a la pandemia de la que otras corporaciones carecen”, según López y Segarra. Patim cuenta en la actualidad con el respaldo de diez personas voluntarias. “Es algo vocacional y ante esta situación nuestro deseo es ayudar en lo posible a quien lo necesita, poniéndonos al servicio de la entidad o de las personas que tenemos a nuestro alrededor, pero tomando todas las medidas de seguridad necesarias ante el COVID”, remarca María José, voluntaria de Patim desde hace diez años. Su testimonio, junto con el de distintas personas que realizan voluntariado en la Comunidad Valenciana, se ha convertido en el hilo conductor del video que la Plataforma del Voluntariado de la Comunitat Valenciana ha lanzado con motivo de la celebración del Día del Voluntariado (5 diciembre).