
Trabajar el concepto de masculinidad dentro de una prisión supone un reto añadido. A las características singulares de este tipo de centros se une la motivación de la población reclusa y las actitudes interiorizadas. Durante el último año, un total de 55 internos de Castellón I han participado en los talles para prevenir y reducir la violencia de género en cualquiera de sus manifestaciones que ha impartido Patim. Una iniciativa financiada a cargo del IRPF estatal y gestionada a través de UNAD que contempla actividades encaminadas a la sensibilización y el tratamiento.