Un centenar de penados por violencia de género han participado en los cuatro talleres que Patim desarrolla en Castellón desde hace dos años. Las sesiones de intervención y sensibilización, que se llevan a cabo dentro y fuera de prisión, están diseñadas con el objetivo de reducir el nivel de reincidencia. En el taller Regenerar, impulsado junto al Servicio de Gestión de Penas y Medidas Alternativas de Castelló, el consumo de drogas está presente en el 39% de los casos, especialmente alcohol, actuando como un “catalizador” las emociones.

A lo largo de diez sesiones, de cuatro horas de duración, en Regenerar se abordan las consecuencias de los celos, las repuestas agresivas, la dependencia emocional, los beneficios de tener relaciones de pareja saludables, una sexualidad positiva y la corresponsabilidad familiar. “Cuando llegan tienden a minimizar sus actuaciones, nunca tienen carga de maldad, un dolo, y piensan que lo que ha hecho no es un delito, sino una discusión entre adultos en el marco de unas relaciones interpersonales,”, explica la asesora jurídica de Patim, Carolina de Mingo, responsable de impartir el programa Regenerar. “Lo que intentamos es que tomen conciencia del mundo emocional, que entiendan la socialización masculina y femenina, para poder construir unas nuevas masculinidades rompiendo las espirales de violencia”, puntualiza.

El perfil de los agresores de género condenados a penas o medidas alternativas al ingreso en prisión que ha atendido Patim corresponde al de un hombre de 40 años, de nacionalidad española, separado, que vive solo o con la familia de origen, con una formación académica equivalente al graduado escolar y con trabajo. La mayoría no tiene antecedentes de violencia familiar, solo un 15,4% han sido testigos de este comportamiento en su infancia; aunque el 11,4% fueron víctima de malos tratos físicos y el 13,5% psicológicos.

“Vivimos en una sociedad con unos ejes culturales perpetuados por agentes socializadores de la masculinidad, derivados de factores históricos, sociales y culturales pero no es un compartimento estanco, debemos cambiarlo y es obligación de todas las personas hacerlo, por lo que tenemos que aprender a poner límites por un lado y por el otro”, remarca la abogada de Patim.

Carolina de Mingo acaba de participar en el ciclo de conferencias “Cartografía de las violencias que padecen las mujeres”, organizadas por el Servei d’Igualtat de Oportunitats de Dones i Homes del Ayuntamiento de Castellón con motivo del Día Internacional para la eliminación de la violencia contra la mujer. Una intervención en la que ha abordado la prevención de la reincidencia en hombres penados por delitos de violencia de género, actualizando la mirada sobre el trabajo que Patim realiza con población penada desde 1991, cuando puso en marcha su programa Alternativa Penitenciaria.