El consumo de alcohol está presente en más de la mitad de los pacientes atendidos en Patim en el último año, bien como sustancia principal o en combinación con la cocaína o el juego. Y es la sustancia psicoactiva más consumida entre estudiantes con edades comprendidas entre los 14 y 18 años, según los resultados de la encuesta sobre uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias en España (ESTUDES), a pesar de que su venta está prohibida a menores de edad. Unos datos que mueven a Patim a reclamar nuevas políticas de prevención y reiterar la necesidad de “dejar de normalizar el consumo de alcohol vinculado con el ocio”, especialmente durante las vacaciones de verano y vinculado a grandes eventos.
Durante la celebración del 39 aniversario de la asociación Patim, el presidente de esta organización especializada en el tratamiento de adicciones, ha mostrado su inquietud por esta radiografía del consumo de alcohol y sus consecuencias a medio plazo. Desde la comunidad terapéutica Los Granados, que Patim gestiona en Castellón, reclama que se revisen las políticas de ocio dirigidas a la juventud porque los resultados actuales ponen en evidencia que “no se están respondiendo a las inquietudes reales de los adolescentes, ni parece que las acciones emprendidas tengan un impacto real en los colectivos más vulnerables”.
En este sentido, Patim se alinea con el posicionamiento de la red UNAD –plataforma integrada por más de 200 ONG en España- reivindicando un enfoque preventivo del consumo y del abuso de alcohol no solo con menores de edad sino también con población joven de entre 18 y 25 años. “Para le ley ya son responsables de sus actos, pero en muchos casos aún pueden encontrarse en una situación de mayor vulnerabilidad debido a que se trata de personas en formación, que intentan independizarse, sin una situación de empleo estable y con escasos recursos económicos”, puntualiza López y Segarra.
Desde Patim se valora de forma positiva la aprobación del reciente Anteproyecto de Ley de alcohol y menores por su enfoque de salud pública y no punitivo de la norma porque “se pone el foco en el entorno y en las condiciones que lo favorecen, no en el consumo individual”. Patim, junto con UNAD, abogan por intervenir no sólo en el ámbito preventivo y de disminución de riesgos sino también “en el ámbito de la reducción de daños, la asistencia y la reinserción social”, un planteamiento que también subyace la propuesta del Ministerio.