¿Es fácil superar las barreras actuales para acceder al juego? ¿Qué colectivos son los más vulnerables? El juego presencial y en línea cobran cada día más protagonismo en la sociedad y en los centros de adicciones. Representa el 25% de los casos atendidos en Patim durante el último año y se ha convertido en la tercera causa de tratamiento, solo por detrás de la cocaína y el alcohol, aunque en muchos pacientes existe un consumo asociado.
Superar los límites para jugar online es tan sencillo como pulsar un botón que nos pregunta si somos mayores de edad. Y hacerlo de forma presencia en un negocio vinculado con la hostelería no resulta nada complicado, especialmente para pacientes y expacientes de juego patológico. En el marco legislativo –autonómico y estatal- se contemplan medidas para potenciar la prevención y también para controlar el acceso y reducir el impacto del juego en población vulnerable. Pero muchas siguen sin tomar forma más allá del papel.
Un grupo de especialistas en adicciones analizan las grietas en el juego sobre las que es necesario actuar, a través de una jornada formativa que acoge la UJI. Una reflexión conjunta desde la psicología, el derecho y la criminología para intentar construir nuevas respuestas o intentar activar las que ya se contemplan.
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