El Maset de Frater ha celebrado sus primeros 40 años de historia con buena parte de aquellas personas, entidades y representantes de distintos sectores sociales junto a los que ha ido tejiendo una respuesta asistencial en Castellón y también la arquitectura sobre la que descansa el Tercer Sector en la provincia. Patim ha asistido al acto institucional organizado bajo el lema “40 años sumando personas, recursos y valores” como muestra de apoyo a un movimiento con el que mantiene muchos vínculos y una amplia historia en común.

En 1984 se puso la primera piedra en Castellón de un proyecto que se ha consolidado como un lugar de encuentro para la promoción personal, la formación integral y la inclusión efectiva de las personas con una grave enfermedad o discapacidad. Para conmemorar este aniversario, desde el centro de día y la residencia de Frater se han organizado varias iniciativas a través de las que se ha revisado su historia vital y teatral, los logros y retos profesionales, así como la transformación de la mirada sobre la discapacidad.

El presidente de Patim acudió al Maset de Frater y quiso destacar la figura de Rosa Gual y José María Marín, presidenta y consiliario de Frater Castelló, respectivamente. “Su trayectoria profesional les avala pero, sobre todo, su compromiso personal con la inclusión de las personas con discapacidad en la sociedad y en la Iglesia, merecen todo nuestro reconocimiento”, explicó Francisco López y Segarra. Jose María Marín ha recibido este año el Premio Patim a la Acción Social.

Frater, como centro residencial, ofrece una vivienda temporal o indefinida a personas con una grave discapacidad que precisan de atención continuada, personal y multidisciplinar, que no puedan ser llevadas a cabo en su entorno más próximo por sus condicionamientos personales o familiares. En su vertiente como centro de día, mantiene un espacio abierto de formación y promoción personal y comunitaria. Ambos servicios se articulan a través del Maset de Frater.