El impacto de la tecnología en el mercado laboral genera nuevas brechas que están limitando el acceso de determinados perfiles a un puesto de trabajo. Más allá de la experiencia o la formación, la capacidad para moverse en entornos digitales condiciona la empleabilidad desde el primer momento. En este contexto, conocer las características de las plataformas digitales, tener la capacidad para presentar currículums a través de portales de empleo, ser conscientes de la influencia de las redes sociales como herramienta para evaluar candidatos o el uso de la tecnología en el trabajo se han convertido en las primeras barreras a superar para los colectivos más vulnerables.